Ahora si se pusieron los huevos a peso

Esta semana tuve mi visita con la reumatóloga para llevarle los resultados de los análisis que me mandó a hacer. Aproveché para llevarle las placas que me hice por mi cuenta para el fisioterapista.

Al parecer, este año hizo estragos en mi cuerpo. La hemoglobina por el piso, lo que explica el por qué he perdido peso tan rápido. La anemia está super activada. El azúcar por el techo y de los huesos, ni hablar. La condición ha avanzado mucho. Mis huesos han deteriorado. Mi cuerpo se rebeló contra mí. 

Se ve el deterioro en todas las coyunturas, pero en especial en las rodillas. Para completar, tengo unas masas detrás de las rodillas, que no se sabe si son quistes, líquido o qué. Me mandaron a hacer un MRI para determinarlo.

En cuanto a los medicamentos se refiere, me subieron la dosis de nuevo. Con lo contenta que yo estaba de haber bajado uno de ellos y me lo volvieron a subir. Para colmo me añadieron otro medicamento y me quieren iniciar en Humira. Demás está decir que Yo No Quiero.

Tengo dos opciones; frustrarme o continuar con mi plan.

No voy a negar que me siento defraudada y como todo un fracaso, pero eso de nada me sirve. Decido que mejor veo la bendición en este obstáculo. Así de grave como estoy ahora, así de impresionante será mi mejoría. Ahora ataco esta condición con más fuerzas. Esto es sólo un tropezón. Me caí, me dí duro, pero me levanto y sigo.

Ahora mi cuerpo está más delicado, lo que implica que debo coger las cosas con más calma. A paso lento, pero seguro.

Me dedicaré a encontrar la dieta que mejor me convenga y a darle a mi cuerpo lo mejor. No me dejaré vencer por el miedo. Yo soy más fuerte que esto