martes, 15 de abril de 2014

El comienzo del fin




A pesar de que sentí que mi condición me atacó agresivamente y de cantazo, ya había unos síntomas que se estaban presentando desde hace años. El primer síntoma en presentarse fue el dolor en las muñecas para eso del 2006. No le presté mucha atención pues pensaba que era el Síndrome del Túnel Carpiano ya que pasaba mucho tiempo en la computadora y haciendo manualidades. Para el 2007 me comienza el dolor en el dedo índice de la mano derecha. Asumí que se debía a que estuve mucho tiempo tejiendo gorritos ya que me iba de viaje a New York y haría frío. Durante mi estadía en New York y Virginia los dedos fueron empeorando. Lo que había comenzado en el dedo índice ya iba por todos los dedos de la mano derecha. Más bien se turnaban. Un día me dolía un dedo y al otro día me dolía otro. Pensé que era por el frío.

De regreso a Puerto Rico visito el médico con la preocupación de que fuera artritis reumatoidea. Me manda a hacer los análisis del Factor Reumatoide y Lupus, y ambos salen negativo. Saco la idea de mi mente. Para el 2010 el dolor en la muñeca y los dedos iba y venía. Noté que cuando consumía algo con Aspartarme me dolían las manos dos días después. Hice una investigación en línea y encontré que el Aspartame está relacionado con la artritis. Dejé de consumirlo. Durante este año también noté que cuando bailaba (Belly Dancing) mis hombros me molestaban. Ese año viajé a California y Ohio durante el otoño y el frío activó el dolor en las muñecas y los dedos.

En el 2011 seguía con la molestia en la muñeca derecha y en los hombros. En Noviembre de ese año decido irme a Arizona. Debido al frío persistía el dolor en las manos. Al mes de estar allí, me comienza a molestar la rodilla derecha. Estaba inflamada y no podía casi doblarla. Estaba durmiendo en un matre inflable en el piso y se me dificultaba levantarme. A finales de enero del 2012 me dio una fiebre bien fuerte mientras dormía. Era tan horrible el frío que tenía que no pude casi dormir. Pasé la noche temblando, llorando y trinca del frío. Al día siguiente mi vida cambió. Al despertar me dolía todo. Apenas podía moverme. Desde ese momento mi cuerpo jamás volvió a ser el mismo.

Cada vez que me levantaba de la cama me mareaba. Y estaba rebajando muy rápido. Llegué a Arizona en 143 libras en el mes de Noviembre, y regresé a Puerto Rico en Abril, pesando 120 libras. En menos de un mes bajé a 112 libras. La anemia estaba haciendo estragos. Los médicos no me daban mucho tiempo por que mi corazón no iba a aguantar. Tenía una fatiga crónica y todo me daba taquicardia. En las mañanas mi madre iba a la puerta de mi cuarto y se preguntaba si al abrirla me encontraría viva o muerta.

Me diagnosticaron con Artritis Reumatoidea y Anemia Severa. Me metieron en un tratamiento, pero eso es otra historia.

Me cambiaron a una dieta libre de gluten, carne roja, productos lácteos, harinas enriquecidas y endulzadores artificiales. Esto ayudó a que se fuera la hinchazón de las coyunturas, aunque permanecía el dolor. Hoy día, si hago desarreglos en la dieta, se hinchan las coyunturas hasta parecer gota. A eso añádele un dolor aún más fuerte de lo usual.




Esa es mi historia. Ese fue el comienzo de todo. Ahora estoy trabajando en llevarlo a su fin.






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