Aceptando el problema

Llevo dos años con mi condición y dos años en negación. Todo este tiempo con dolor en el cuerpo y queriendo actuar como si no tuviera nada. He ahí el problema. La negación es algo muy real. Es querer evitar el problema. Al evitar el problema no lo trabajas. Si no lo trabajas no te desharás de él.

Ya me cansé. Me cansé de pretender que no tengo nada. De pretender que puedo hacer todo lo que antes podía. De pretender que estoy bien y que pronto se me va a pasar.

La realidad es que no es así. Estoy mal. Mi vida no es la misma. No soy la Jessy que una vez fui. Estoy adolorida, triste, desesperada y me siento inútil.


Quiero salir, disfrutar, beber y gozar como antes, pero la realidad es que una noche de eso implica 2 ó 3 días de recuperación. Implica levantarme en el “Mr. Burns Mode”, por que termino pareciendo al personaje de Los Simpsons.

Frente a todos sigo con mi personalidad alegre, jocosa y jovial, pero la realidad es que en ocasiones lo que quiero es llorar todo el tiempo. A cualquiera le da depresión saber que no puedes ni abrir una botellita de agua. Aunque en mi defensa, esas tapitas nuevas le fastidian la vida a cualquiera. El otro día fui al supermercado y luego de pagar le tuve que pedir a la cajera que me abriera el pote de salsa porque yo no podría hacerlo una vez llegara a casa. Ella muy amablemente lo hizo, pero ha sido lo más extraño que le han pedido ahí. Eso fue montarme en la guagua a llorar porque me sentí humillada. Se que no debería ser así, pero es parte de vivir en la negación. Te topas con esos “reality checks” y se te desborona la vida.

Yo creo en que me puedo recuperar de mi condición. Y estaba muy decidida a hacerlo, pero entonces empiezo una relación y se fastidió todo. Tratando de pretender que no tengo nada termino cargando con mis problemas y los de otro. Estoy más pendiente a arreglarle la vida a otro y me olvido de la mía. No puedo con lo mio y me hecho el paquete de otro encima. Mandé a volar todo. Mi dieta, mi salud, mi estilo de vida. Todo a la basura. Tratando de recuperar mis hábitos poco a poco, pero no podía. Eso es lo que sucede cuando te topas con una persona que no comprende tu condición y cuando tu vives en tal negación que sigues con tu vida como si nada.

Soy fiel creyente de “año nuevo y vida nueva” así que al comenzar el año hice algunos cambios necesarios para recuperar mi salud y mi vida. Poco a poco tratando de entrar en mi dieta, pero lo estricta de la misma me causa un estrés y una depresión increíble. Yo puedo ayunar por par de semanas, pero más de ahí no he podido. A mí me gusta comer y cuando la misma comida es la causa de tu enfermedad (en parte) te encuentras con tremendo problema. Tratar de volver a mi estilo de vida sola no me estaba ayudando. Había algo que me faltaba aún. Para curar la “enfermedad”, primero hay que reconocer y aceptar que está la “enfermedad”.

Aquí está. Soy Jessy y llevo 2 años diagnosticada con Artritis Reumatoidea (AR). Me duelen todas las coyunturas, desde el cuello hasta los deditos de los pies. Se me inflaman y me dificultan el movimiento. Levantarme de la cama es todo un proceso. En ocasiones me quedo ahí por horas por miedo al dolor de levantarme. Tengo una barra de “handicapped” en la pared frente al inodoro para ayudar a sentarme y pararme (too much information, but I don’t care), y tengo otra en la bañera. Cuando mis manos amanecen muy hinchadas se me hace difícil hasta abrir la pasta de dientes. Se me dificulta cepillarme los dientes y lavarme la cara porque las manos no tienen la flexibilidad para rotar lo necesario.

En ocasiones necesito ayuda para quitarme o ponerme una camisa. Mis padres me dejan las botellitas de agua abiertas antes de irse para Vieques. A veces me pesa hasta mover la sabana. No puedo estar parada mucho tiempo, ni caminar mucho.

El dolor me causa “blackouts” y “dizzy spells”. Me da fiebre en todas las coyunturas, acompañado de un frío insoportable. En ocasiones me tengo que acostar por estar temblando tanto y aun con la sabana, la frisa y la colcha encima, sigo con frío y temblando.

La condición afecta otros órganos por lo que me dio una anemia severa. Mi cuerpo lo que me pide es descanso. A veces no llevo ni 5 horas despierta cuando mi cuerpo me pide que me acueste.

Y podría seguir, pero después no tengo que escribir en los demás posts. Si… estoy mal, pero decidí retomar las riendas de mi vida y mi salud y me pienso llevar al que sea por delante.

Mi Reumatóloga me autorizó eliminar uno de los medicamentos y en esas estoy. No ha sido fácil porque es un esteroide y el cuerpo se ha hecho dependiente de él , pero lo voy logrando poco a poco. La Naturópata me cambió la dieta para eliminar el estrés, así que ya puedo comer más. Las fichas se están moviendo a mi favor y debo aprovechar para ganar el juego.

Hola, soy Jessy y tengo Artritis Reumatoidea, pero no por mucho tiempo.