Tuve un sueño el otro día. En él una persona conocida, la cual ya no forma parte de mi vida, se burlaba de mí y me insultaba. Ella iba de pasajero en una guagua y se salía por la ventana para gritarme e insultarme. Sólo demostraba su ignorancia y falta de madurez, ya que es sólo una chiquilla. Yo iba caminando y solo la ignoraba. Me preguntaba, por qué su pareja no la detenía? El, quien alguna vez consideré un buen amigo. Ella seguía gritando e insultando, él no hacía nada y yo solo caminaba. Llegó el momento en el cuál me hartó y sólo levanté mi brazo y le saque el dedo. Y ahí lo dejé arriba hasta que ya no la vi ni la escuché más. Seguí caminando. Llegué a la entrada del supermercado. La entrada era empinada, pedregosa y con muchos hoyos. Tenía que escalarla. Respiré hondo y sonreí. Confiaba en que podría llegar a mi destino, así tuviera que escalar. Con una sonrisa, subí. Escalé el camino y logré mi objetivo. Fue más fácil de lo que pensé y seguí hasta el supermercado.
Este sueño es un reflejo de lo que es ahora mi vida. Lo negativo lo ignoro. En buen puertorriqueño, le picheo. Las molestias siempre van a estar, pero ya ni caso les hago. Prefiero seguir rumbo a mi destino. Y los obstáculos ya no me asustan. Los enfrento con una sonrisa y eso facilita las cosas. No es fácil, pero tampoco es imposible.
Me alegra estar en esta etapa de mi vida. Sé que voy a lograr mi objetivo.
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